Haragán y cía llena por segunda ocasión el auditorio nacional 2023
La banda lucha por la música y el arte en la juventud de la periferia
El sábado 7 de Enero del 2023 será recordado no solo por un choque más del metro de la Ciudad de México, sino por la fuerza de unión que tiene la música y el poder de convocatoria que tiene el rock en México, aquel género que para muchos ya es casi inexistente solo por no estar en los charts ni en la programación de la radio masiva, así siempre ha sido, un movimiento masivo que nadie quiere aceptar, solo los que estamos adentro, los que hemos hecho estos iconos de la cultura popular mexicana.
El auditorio nacional recibe por segunda ocasión a todos los seguidores de Haragán y cia, como siempre una diversidad muy marcada entre chamarras de cuero negras, botas, cabellos de colores, pero sobre todo la unión de diferentes modus vivendi, publico de todas partes de la Ciudad, inclusive, quienes viajaron solo para estar presentes en esta segunda presentación de una leyenda del rock nacional.
Por segunda ocasión Luis Álvarez fundador de la banda, llena el auditorio nacional, esta vez presentando un concierto único, el recorrido por canciones que han permeado en la banda sonora de tanta gente por su vigencia, por su forma de presentar este mundo en el que viajamos, una propuesta sinfónica, eléctrica y acústica, que recorrió canciones de todas las épocas, pero que dejaron vestigio de ser piezas del erario cultural mexicano.
El director a cargo de la sinfónica y encargado de hacer estas piezas una obra de arte contemporánea fue el Mtro. Ángel Gómez quien comenzó la noche con una introducción de éxitos de Haragán y cia en versión orquestal, lo que preparaba a las 10 mil almas a pasar un excelente principio de año en el recinto de reforma.
Canciones como “Animas”, “El Chamuco”, “Sueños de la ciudad”, “Antagonismos”, sonaron con su base rockera a cargo de la Compañía, Paco Yescas en esa explosiva guitarra pero que con sutileza se mezcla entre los instrumentos de viento para destacar esos solos que quedaron grabados para la posteridad en sus discos, Moisés Álvarez en la otra guitarra dando soporte a la banda, combinando la acústica de 12 cuerdas con ese sonido Fender cuando se requería, además de hacer coros y verlo comiéndose el escenario a mordidas, como cualquier joven músico que tiene muchas aspiraciones en el rock, Levith Vega es un baterista virtuoso, uno de los mejores que hay en el país, con grandes enseñanzas, el sonido que ha encontrado Haragán y cia para mimetizarse con la juventud combativa en busca de buena música, es en parte responsabilidad de este joven talento que le da frescura y una versión renovada a las canciones de la banda que sencillamente no prescriben.
Por supuesto no se puede dejar de lado a un combativo del medio, el señor Jorge Gaitán “Cox”, quien con su violín ha sido parte de bandas como La Barranca o Botellita de Jerez, un espíritu combativo que le alimenta a esta música un toque único, al lado de Leonel Pérez que ya es un consagrado en la banda, por supuesto Christian en el bajo que hace de la base rítmica algo potente que se percibe en el sonido de un monstro como el auditorio nacional.
Son más de 30 años en la escena de un grupo que a partir de este segundo auditorio nacional se consolida como una banda de rock autentica que sale del barrio de Tlalnepantla y que pinta la música con un nuevo brío, que conjunta sonidos que va capturando y que ha reflejado en varios discos y que han dejado cientos de canciones que no siempre se pueden cantar en un solo concierto, las peticiones de las 10 mil gargantas eran imposibles de complacer, el repertorio es enorme.
De los invitados de la noche, fue un lujo ver en un mismo escenario diferentes generaciones de trovadores urbanos que han plasmado las diferentes formas de ver esta enorme Ciudad de México y que han sido parte de la resistencia de la palabra, primero el maestro Jaime López, interpretaron “Bandido”, una participación que queda para el recuerdo de dos personajes que han luchado por el mismo propósito y que lo pueden ver con el furor de su encuentro con todos los presentes de aquel momento.
Arturo Meza fue otro de los invitados en el escenario, una excelente decisión de Luis Álvarez de invitar a estos dos personajes que fueron clara inspiración para el nacimiento de la historia de Haragán y cia.
Por supuesto no puede faltar ese homenaje que se rinde en los conciertos de la banda a todos los personajes que ya no están con nosotros, Luis hablo de su relación con Eulalio Cervantes “Sax”, un amigo de muchos años, cantaron completa la canción “Kumbala” que se hiciera popular con Maldita Vecindad y los hijos del quinto patio, grandes aplausos recibieron personajes del rock mexicano como Tavo Limongli de Resorte, Lalo Tex, Vampiro de Sur 16, una fuerte ovación se escucha cuando sale a cuadro Charlie Monttana, Gustavo Cerati, entre muchos otros personajes relevantes en la vida de cada uno de los integrantes de la banda.
Un auditorio nacional que se llena con el apoyo verdadero de la gente, de quienes han sido tocados con esa magia del rock autentico, esos que van pasando la batuta y que llevan a sus hijos para que la magia perdure, porque todas estas nuevas generaciones son las que se han casado con las nuevas versiones de aquellas rolas de antaño, porque son ellos los que le han dado más de 50 millones de clics en las plataformas musicales.
Luis Álvarez comento “Soy la prueba viviente de que los sueños se cumplen, a mis cincuenta estoy aquí en el auditorio nacional”, una lucha por la música, por el rock, por los sueños, por hacer que las cosas pasen, un líder que ha movido a miles de personas, para poder llegar a donde está, con el respaldo de gente tan leal y tan importante como su manager y esposa Araceli Reyes, como su eterno amigo armoniquero Pocholo o como su eterno roadie Mauricio Orduña “Chikatron”, Luis Álvarez es esta mente que ha logrado poner en canciones esa sensación de estar en otra burbuja del mundo, la que no sale en la tele, la que no sale en la radio, la voz de aquellos que no necesariamente tenemos que decir las cosas como van, si no que buscan una forma más artística de hacerlo, convertir las canciones en piezas sinfónicas ya habla de una trascendencia y eso es lo que ha logrado Luis esa noche del 7 de Enero del 2023, llegar a esa memoria colectiva que siempre lo tendrá en la mente como ese “Haragán” que nos dio la música de nuestras vidas.