Haragan y compañia 27 años de rock mexicano
Un show de lujo
Haragán y compañía cumple 27 años de vida y los celebra de una manera descomunal en el recinto Carpa Astros, buen recinto aunque el audio deja un poco que desear, la noche comenzó y ya se comenzaban a juntar los “haraganes” quienes se distinguieron por portar algún alusivo al emblemático logo que Beto Fink hiciera pensando en que aquel muchacho que comenzaba su carrera se convertiría en una leyenda.
En punto de las 9 de la noche el recinto reventó con la canción “El Haragán”, con Luis Álvarez portando un sombrero y un zarape precisamente como el imagotipo que lo ha dado a conocer en el mundo.
Con la alineación Paco Yescas en la guitarra, Christian en el bajo, Jerónimo en el trombón, Levith Vega en la batería, Cox Gaytán en el violín y Leonel en el chelo, comenzaron la primer parte del show, en donde el público eligió varios temas como “Mujer de hotel”, “Él no lo mato”, “No estoy muerto” en donde presento fotografías de amigos y grandes personajes del rock que ya se adelantaron en el camino y así se dio paso a la primer invitada de la noche Jessie Bulbo, quien por fuerza tendría que interpretar a la muñequita sintética, pues es precisamente ella quien ha covereado la canción y la tiene incluida en su show. Canciones que siempre han sido introspectivas en la discografía del Haragán como “Antagonismos” hicieron esa parte sensible del show, que cada vez se sentía más intenso.
Vince de los rebel cats subió al escenario para echar rocknroll y la gente comenzaba a bailar, luciendo sus playeras de la banda y a los ganadores de los sombreros que se regalaron destacaban dentro de una carpa Astros llena.
Hay rolas que sencillamente son parte ya del acervo cultural contemporáneo, que sin nada de difusión en la radio, ni la televisión, estas canciones son parte del colectivo y son fundamentales para entender nuestra música contemporánea, así fue la primer parte del concierto, para dar paso a un Luis Álvarez con su guitarra de palo, en donde temas como “Alejandro” o “Amor por nada” se dejaron corear por los asistentes, en este momento fue cuando sonó “Se mujer” en donde deslumbrante entro al escenario Kenny quien ya es la segunda voz obligada de esta canción.
La tercer parte fue un agasajo musical, blues, así de puro, blues mexicano excelentemente bien ejecutado, en la guitarra Felipe Souza, batería Daniel, bajo Christian, Julie Bonk y por supuesto Luis Álvarez, en verdad que buenos músicos hay en México y esta sección fue la prueba, además Pocholo en la armónica, fue un deleite musical, que llevo al final del evento, en donde evidentemente se hizo un gran festejo que nos hace pensar que pasara cuando festejen los 30 años de carrera, “El chamuco”, “Juan el descuartizador” y el paso a un invitado más, también ya un viejo conocido del Haragán, con una gran ovación, Eulalio Cervantes “Sax” de la Maldita Vecindad con su saxofón, que ya tiene su sello propio, con esta canción que también es un clásico “Aburrida la vida”, un gran coro se dejaba escuchar ya con el éxtasis de más de 3 horas de concierto, pero esto aún no terminaba, pues Moi, hijo de Luis sale por segunda vez al escenario para llegar al momento climático del show, una banda cuajada, que disfruta de hacer música, Luis Álvarez se ha desvivido por buscar el mejor sonido y quien mejor para refrendar esta postura que el penúltimo invitado, un músico que le ha dado esencia al rock mexicano, Alejandro Marcovich acompañaba “A esa gran velocidad”, en donde la comunicación con la banda, con la rola, entre Paco Yescas y Marcovich, hicieron simplemente un momento, mágico, único, ese juego de pregunta y respuesta, en donde se notaba perfectamente ese sonido místico de Alejandro y con el homenaje que Paco Yescas le hace con un fragmento del solo de “No dejes que..” incluido en la pieza, Luis Álvarez con ese sonido de eterno guitarrista acompañado de la banda, sencillamente fue memorable, esas cosas que pasan a la historia en las anécdotas del rock.
Una gran ovación se llevó Marcovich, pero el broche de oro, uno de los guerreros del rock, un personaje que con su sola presencia representa ese símbolo patrio, esa lucha, ese temple de la construcción de no nada más un circuito de la música, si no que ha sido un impulsor por hacer del rock un estilo de vida, Paco Barrios el “Mastuerzo”, subió para cantar “Yo pensaba que..”.
Canciones que de alguna manera permanecen en el subconsciente del poblador mexicano, no solo de la ciudad, si no que se ha esparcido a todo el país, siendo parte fundamental del sonido del rock que se hace en México, “El Haragán” deja evidente que es un símbolo de lucha, un personaje que es ejemplo para cualquiera que tenga un sueño, cualquiera que no se desvié en el clamor de las necesidades sociales, en el destello de lo vulgar o lo desechable, el poder encender otras mentes a hacer lo que nace del corazón y convertirse en un icono, eso es lo que ha logrado en estos 27 años de persistencia Luis Álvarez, junto con la compañía, una tocada más, que seguramente les dejara lecciones para seguir haciendo mucho más.