El músico estaba preocupado por la situación que atraviesa México

En los últimos días, Carlos Cesar Sánchez, “Charlie Monttana” estaba preocupado por el futuro de la música, “Este cabrón insensible a la banda, esta chingándose toda la economía por la falta de apoyos del gobierno”, decía ante la pandemia que se vive en el país, hizo un ensayo público por Facebook live hace un par de semanas, en donde se le notaba preocupado.

Trabajaba muy duro en apoyar a la gente con una fundación que el mismo creo y fue levantando poco a poco, entregando ayuda a viejitos y a niños vecinos de su querido municipio Nezahualcoyotl, en donde vivió parte de su vida y desde donde trabajaba en su creación, en su música, en su personaje.

Javier Ruido, uno de los personajes más importantes en estos últimos días de Charlie, su productor, con quien ideaba todo lo que se le ocurría, horas pasaban en aquel estudio en el corazón de Neza, “y cambie el Jack, ahora solo tomo lechita con unas mantecadas”, presumía Charlie cuando llegaba temprano al estudio, en donde trabajo como productor del nuevo disco de Jessie Blues, en donde la musicalidad fue evidente,  una mente que siempre estaba creando.

Hay un documental que el FIC de la UNAM tiene en su poder y que es un documento que deja ver lo último que vivía Monttana, su preocupación por su hijo Mateo, por ser buen padre, por su esposa Jessica y sobre todo por lo que le deparaba el futuro en el rock, algo que amaba con pasión.

Hacia unos meses su madre había partido, lo que le provoco a Charlie y a sus hermanos una profunda tristeza y que pareciera que no, pero si continuo hasta estos días,  presencia de alguien que siempre estuvo atrás, que le bordaba los trajes que utilizaría para el escenario, que le diseñaba su ropa, que le echaba porras de manera incondicional.

Preocupado por sus compañeros, siempre hablaba del Guadaña de Banda Bostik , su amigo “El negrito”, de alguna forma era como un hermano de carrera,  siempre pensando que hacer para complacer a la banda, en dar grandes espectáculos, en dignificar al movimiento y hacer que los medios y patrocinadores voltearan a verlos.

Su última producción es de tres discos, con lo mejor de su carrera, con Mara, con Vago, como solista, sus mejores canciones, siempre metido en que sonaran mejor, que fueran algo importante para el público que lo consumía.

La Arena Ciudad de México fue en donde la banda le rindió lo que sería un último homenaje en vida, El Tri interpretaría “Tu mama no me quiere”, con el coro de más de 22 mil personas que reconocieron que Charlie Monttana era parte del erario cultural de la música popular mexicana y así será recordado, como el vaquero rocanrolero, como ese incansable que vivía para el rock,  que hizo lo que quiso sin dejar huella y sin arrepentirse, que hoy deja de legado su música y a un hijo que velara por el recuerdo de su padre y por su puesto a una esposa fiel que lo acompaño a cada momento, haciendo la familia que siempre soñó.

Descansa en paz Carlos Cesar Sánchez.