Panteón Rococó hace bailar a mas de 40 mil almas
La celebración en la Arena Ciudad de México inolvidable
Este fin de semana la Arena Ciudad de México tácitamente ardió en los infiernos, pues el par de conciertos en donde agotaron los boletos en 4 días, basto para hacer una celebración digna de 24 años de identificación con una de las bandas mexicanas más conocidas alrededor del mundo, Panteón Rococó.
Protagonistas de la lucha estudiantil de 1999, en donde el espíritu Zapatista era parte de una ideología del rock en México, con canciones de mucha conciencia pero con mucho ritmo, generaciones que adoptaron al rock como forma de vida gracias a Luis Román “Dr. Shenka” quien con esa buena vibra y ese toque para hacer conexión entre esa combinación de ska, punk, rock y el público.
Más de 40 mil almas en dos días, haciendo un recorrido musical en uno de los recintos mejor adaptados de la ciudad para conciertos de esta magnitud, dando vueltas a canciones que han sido parte de momentos del contexto social y político, así como de algunas películas y de aportaciones que se hacen a la música mexicana.
Alex Lora fue uno de los invitados de la banda, ante una gran ovación de una mezcla de edades, desde los más pequeños que no dejaron de brincar por más de 3 horas y a los que y algunas canciones les vuelve la parte nostálgica de una época, “Chavo de onda” fue la colaboración que hicieron en este escenario, ante un público que conforme pasaba la noche se volvía mas eufórico.
Así mismo Lila Downs prendió al público al hacer la aportación a los 24 años del Panteón, la diversidad siempre ha sido parte de la música de esta banda de la ciudad de México, la muestra también, los ángeles azules, quienes también fueron parte de este show.
Con mucho discurso social y político, Shenka, siempre congruente con lo que piensa y siempre en cohesión con los momentos que atraviesa el país, con una gran carga de opinión publica necesaria a la hora de ser frente de una banda de rock.
El show del Panteón Rococó es una fiesta que va de menos a más, una combinación de sonidos que hacen que la sangre hierva, que el cuerpo sencillamente se contagie y baile, con los sonidos que provocan Tanis en la percusión, Monel en la guitarra, Felipe en los teclados, Misael en el Sax, Paco en el trombón y Gorri en la guitarra, en verdad una celebración merecida para una banda que ha sido ejemplo de constancia, congruencia, buena música y una gran conexión con la banda que ya durante dos décadas han sido hipnotizadas con su show.
Ninguno de los asistentes quería dejar el recinto, un sentimiento generalizado de más de 40 mil almas que hicieron de este festejo algo memorable.