Un gran festival con mucho rock para la banda

El martes 1 de Mayo se llevó a cabo la reunión tradicional de los rockeros mexicanos en Tlalnepantla, Estado de México, esta vez con todo a favor, un buen clima, la reglas claras, con respecto a la entrada de menores, la cual estuvo prohibida, todas las bandas confirmadas, en fin todo estaba perfecto para que se llevara a cabo una gran jornada. 

La entrada se retrasó 45 minutos, pero sin ninguna contrariedad, la banda formada en las inmediaciones del rodeo de Santa Fe, mientras los vendedores de tamales, atole, pan, café, ofrecían un desayuno a los formados para tener energías para una jornada de más de 12 horas de rock mexicano. 

El rock comenzó y el baile comenzó a ponerle ambiente a esta 3er edición de los Monstruos del rock mexicano, Destino perdido comenzó a hacer corear a la banda con su gran actitud y su buena onda, Perro callejero cada vez deja mayor evidencia de ser una banda que ya tiene un lugar en el corazón de la banda, Rolas genera un ambiente de buena música y tiene una gran conexión con el público, definitivamente es una banda que se toma en serio el trabajo musical y hace que el rock tenga más propuestas que harán que el movimiento perdure. 

Alrededor de las 3 de la tarde el recinto estaba ya a un 70% de su capacidad, se sentía por la temperatura que se generaba en el lugar, Sangre Avándaro sale al escenario y deja evidencia de su poder en cada una de las notas que hacen sus rolas, un gran punch que hacen en la batería y el bajo y sus guitarras rockeras, una banda que busca la consolidación, pues tiene mucha madera de donde cortar y que debe aprovechar este buen momento de su carrera. 

Por supuesto los consentidos de la banda Sam Sam, dieron un espectáculo de lujo, combinando canciones nuevas con los clásicos del rock mexicano, un gran recibimiento siempre a Moi, quien nos hace recordar a Serafín, pero que tiene un estilo propio y que está dejando esa huella en el movimiento. 

Fue el turno de otra banda que tiene el jale con la nueva generación, en el momento que Ángel Rangel “El Vampiro” sube al escenario, la temperatura sube más, los decibeles de los gritos de las chavas rockeras hacen que lo demás se opaque, Ray, Charlie, David y Héctor hacen que la magia se cristalice y se viva un gran show de Sur 16, quien se entrega al 100% al público, el momento climático es cuando sube un fan en silla de ruedas y canta con Ángel, ganándose el aplauso del público, sin duda esta comunión es invaluable. 

Garrobos fue el primer momento de slam de la jornada, desde el primer riff la banda hizo el circulo de este baile contagioso y necesario, la fuerza de esta agrupación que además hace que en presentaciones como en la de este martes, sencillamente uno goce de la música, que se convierta en esa catarsis pre electoral, en donde no importa nada ni nadie, en donde se toman fuerzas para seguir nuestra realidad, impecable actuación de la banda. 

Por la mañana en las redes sociales de la Banda Bostik, se amenazaba con no asistir al evento por incumplimiento del organizador, pero la gran sorpresa fue ver llegar a Guadaña con su penacho y un abrigo que lo hacia el jefe de la tribu, esa tribu de unión subterránea, que siempre está en pie de lucha, Lalo con un casco haciendo alusión al día del trabajador y Fer Mendoza con su redoble en la batería, comenzaron la tradición, Banda Bostik en casa, en Tlalnepantla, con una energía que se siente en el recinto, “Que viva el rock mexicano”, con una bandera de México, comienza el show, casi 2 horas de recuerdos, de buena música. 

Pasaban las 9 de la noche y Saúl Moreno, Alberto Almeida, José Luis Rosas, Ulises Lares ya se postraban en el escenario, lo que hizo, que los gritos de la banda subieran de tono, para que en los primeros compases se asomara desde lo lejos con una guitarra fender roja, Toño Lira, uno de los personajes más queridos del rock en México, también casi 2 horas de show, con una entrega total de Liranroll al público, en este momento el rodeo de Santa Fe juntaba a más de 5 mil almas que cantaban a ritmo de los éxitos y lo nuevo de esta banda que por más de 25 años nos ha entregado lo mejor de su música y su composición. 

La noche aun no terminaba, pues de nuevo el slam se armó al centro de la pista, Transmetal después de una gira por Europa a final del año pasado les inyecto mucha pila y con disco bajo el brazo nos dio lo mejor del metal en español para dar paso al siempre carismático y querido Rod Levario, que conjunta un set de mucha música con algunos chistes y la buena onda de Rod quien hacía mucho que no se presentaba en un festival de esta magnitud. 

Carla Soriano presento su proyecto como solista, con grandes músicos y realmente fue una sorpresa escuchar su propuesta musical que además conjunta buenas letras desde la perspectiva de la mujer rockera, una buena opción que ira creciendo y estará madurando, pero con bastante talento desde el principio. 

La noche cerro con punk, casi a la media noche después de una jornada exitosa, con ningún problema, con un festival para el rockero trabajador, esta vez sin familia, sin niños, que en verdad si se extrañaron, pero que también dio un espacio para los padres de salir de nuevo solos, sin hijos, disfrutando el rock a todo lo que daba, Acidez, dio un gran concierto, con los que se esperaron hasta el final para cumplir con un día completo de una tradición que sigue con los años, que comienza a tomar un nombre, que demuestra que la banda rockera está comprometida únicamente con la música, con sus grupos, que es un festín por el rock. 

Un gran festival Monstruos del rock mexicano en su tercera edición se ganó una gran palomita porque esta vez todo estuvo de 10, extrañábamos un festival así.