Se llevara a cabo la 16ava peregrinación rockanrolera

Desde hace 16 años en una iniciativa de José Juan Ángeles conocido como “El orejón”, quien de staff de la Banda Bostik saltara como organizador de eventos, productor y difusor del rock mexicano, a principios de cada año, mueve una multitud de personajes vestidos de chamarras con estoperoles, greñas largas, muchas veces con mohicanas pintadas de diferentes colores, muchas guitarras, mucha algarabía y mucho rock, en una caminata de Tlalnepantla hasta la Basílica de Guadalupe en donde músicos, seguidores y cada vez mucha más gente es parte de la “Peregrinación rockanrolera”. 

Definitivamente un sincretismo hasta para el mismo rocknroll, pues la controversia siempre está presente en este acto, lo que es un hecho, es que es un buen momento de convivencia de buena vibra y con una reunión pacifica que demuestra cada vez más, que el rock es un movimiento cultural que ya es parte de nuestro país, rebasa ya la contracultura y es un pilar importante en el referente social del país. 

Sin apoyo de los medios masivos quienes están concentrados en dos temas, la política y el futbol, nada más pasa eso, sin ver que en la peregrinación, independientemente de la fe o la religiosidad del acto, se convierte más en una demostración de un segmento de la sociedad que sigue marginado y que busca sus propios espacios y pretextos para subsistir sin que sean señalados, cobijados por uno de los símbolos más arraigados que es la protectora de la fe de todos aquellos que estamos en el subterráneo, la Virgen de Guadalupe. 

Nunca ha importado la asistencia de punks, de rockeros, de metaleros, de fans, en esta peregrinación caben todos, no importa si entras o no a la misa, porque además esa misa es dedicada a la familia rockanrolera, el chiste es ser parte de esta. 

Este año, la caminata será el 17 de Febrero, la cita es desde las 8 de la mañana, para salir a las 10 de la mañana y llegar a la misa en la Basílica a las 2 de la tarde, para celebrar el concierto a las 7 de la noche en el Centro de Convenciones de Tlalnepantla. 

La consagración de un evento que une a toda esta familia, un asunto más allá de la religión, es un asunto de espiritualidad de un movimiento que está vigente, que existe y que muchos sencillamente omiten, pero al ver las avenidas llenas de estos personajes, uno se llena de emoción de saber que esta familia sigue creciendo.