Real de catorce

  • Rafa Martínez

José Cruz Camargo Zurita nació en la Ciudad de México el 2 de noviembre de 1955. La música y literatura fueron sus gustos desde su temprana infancia ya que, de pequeño, le generaba mucha curiosidad la poesía del Siglo de Oro español y a los 10 años tuvo su primera guitarra. En la década de los años setenta, aún adolescente, solía tocar en peñas sus propias canciones. En esos ámbitos no fue sencillo exponer su gusto por el blues, ya que solía interpretar canción sudamericana y canto nuevo. Eran de los pocos foros en los cuales un joven podía tocar sus propios temas. Él comenzó a componer blues en español y aprendió a tocar la armónica. Su primera canción se tituló .

Antes de que acabara la década viajó a Austin, Texas, donde tocó la armónica con bluseros de la región, como Mr.O. Regresó a México con la convicción de hacer una banda.

Al comienzo de los años ochenta tanto el Museo del Chopo como Foro Tlalpan se convirtieron en laboratorios creativos en los que surgió un gran número de compositores jóvenes y diferentes artistas y caricaturas como El Fisgón y Manuel Ahumada. Grupos como Banco de Ruido, Arrieros Somos y Un Viejo Amor llegaron a contar con la participación de José Cruz. Era una época de colaboraciones y crecimiento.

Al final de 1982 se juntó con Fernando Ábrego en la batería y el estadounidense Dwight Carroll en la guitarra para formar una banda de blues en español, en la que interpretaban sus composiciones. Tuvieron a Roberto González como bajista por un breve tiempo, hasta que, al comienzo de 1983, se integró Severo Viñas Montes. Por sugerencia de Roberto se pusieron el nombre de una mágica población de San Luis Potosí, que alguna vez fuera minera y que se encuentra enclavada en plena zona huichol, tierras de peyote ceremonial. Su primera presentación usando el nombre de Real de Catorce fue el 2 de abril de 1983, en una fiesta organizada para recaudar fondos para su amigo Manuel Ahumada, quien viajaría a Nueva York. Ahí tocaron también por primera vez Botellita de Jerez, La Broma Bolchevique y el maestro de ceremonias fue Jaime López. Existe un cartel que confirma esto.

A partir del V Festival de Blues en el Auditorio Nacional, en 1983, el grupo comenzó a acompañar a la cantante Betsy Pecanins, por lo que usaron el nombre de Blues y Fuerza del Centro durante el siguiente par de años. (Alain Derbez en su libro Hasta donde nos dé el tiempo), haciendo referencia a cierta fiesta en la que el famoso blusero estadounidense Papa John Creach cantaba acompañado por Taj Mahal en el piano, incorporándose José al palomazo.

Para 1985 Dwight salió del grupo, tomando su lugar el guitarrista José Iglesias. No fue sino hasta el 12 de diciembre de ese año, tras los terremotos en la Ciudad de México, que Real de Catorce se presentó en el recién inaugurado Rockotitlán, en búsqueda de un camino propio y alejados en la tutela de Betsy. El grupo suele usar esta fecha como el momento en que comenzaron oficialmente. El blues siempre ha sido un género consentido del público mexicano, pero hasta ese entonces lo que mayormente se tocaba era una versión mexicanizada del rhythm & blues. Real de Catorce comenzó a destacar como una agrupación que se enfocaba más en el blues tradicional; no obstante, hizo mezcla con otros géneros. Pero sin duda, un sello distintivo fueron las poéticas letras de José Cruz, que mostraron un mundo a veces oscuros, y otras tantas, luminoso.

Julia Camargo, la hermana de José, los representaba por esos días.

En 1986 consiguió unas horas de estudio para que grabaran los temas , , y , que aparecieron en un casete que solían vender en sus presentaciones. Esto permitió que pudieran juntar el dinero necesario para entrar a grabar cuatro canciones más para completa lo que sería su disco debut, en el estudio Los Joao. En 1987 lanzaron de manera independiente el disco Real de Catorce, producido por el tecladista Carlos Núñez C. en los estudios Neptuno y Grabinder. La portada es la imagen de un minero tomada por David Maawad, fotógrafo del Archivo Casasola, y las ilustraciones interiores son de Manuel Ahumada. El tema se convirtió, sin duda, en uno de los más reconocidos del rock mexicano y forma parte del soundtrack de toda una generación.

También por intermediación de Julia, al final de 1986, en medio del proceso de grabación, visitaron la desaparecida Unión Soviética. Tras su regreso, al comienzo de 1987, presentaron el disco en el teatro de la Ciudadela con lleno total.

Al siguiente año, al comienzo de la era salinista, lanzaron el disco Tiempos obscuros, bajo el sello Discos La Mina. Contó con la participación de músicos invitados como Carlos Núñez C. en la guitarra y los teclados, Renatos Manconi en el sax, y Baby Bátiz, Claudia Pizá y Marco Polo Garibay en los coros. Fue grabado en los estudios E.M.S.A. y la producción artística volvió a correr por cuenta de Carlos Núñez C. La portada es otra antigua fotografía de David Maawad que muestra un comedor subterráneo de una mina del pueblo Real de Catorce.

En 1989, como el nombre de su siguiente disco lo indica, José dedica algunos temas de esta producción a los amigos que se fueron quedando en el camino. “Mis amigos muertos”se hizo con el sello Discos La Mina, con Carlos Núñez C. en la producción y la portada con una fotografía del Archivo Casasola del Túnel de Ogarrio, también por David Maawad. Como músicos invitados participaron Armando Báez Pinal, Nathalie y Maribel Arriagada en los coros, Armando Montiel en la percusión, Jorge Luis Gaitán en el violín, José Balloteruz en el sax y Carlos Núñez C. en la guitarra y los teclados.

Severo Viña dejó la agrupación en 1990 para sumarse al grupo Aleación 0720 y en su lugar entró el bajista Rafael Herrera. En 1992 volvieron a cambiar de bajista, ya que Rafael se enfocó en la creación de otra agrupación conocida como las 38 400 Voces y sus Excepciones. Se integró entonces Juan Cristóbal Pérez Grobet, con quien entraron al estudio para grabar Voces interiores, que fue editado ese año y distribuido por Discos Pueblos. Tuvieron como músicos invitados a Carlos Cabral Júnior en el bajo, la guitarra y los teclados; Alejandro Campos en el sax y Adriana Martínez, Laura Elvira Serratos, Ofelia Guzmán y Malena Durán en los coros. Este disco generó cierta polémica entre los fieles seguidores de la banda al contener un rap hecho por voces femeninas; causó opiniones adversas. Pero esto no mermó el culto que ya se había creado alrededor del grupo. A la par de toda una campaña promocional que ponía sus reflectores en bandas que resultaron comerciales, Real de Catorce había navegado fiel a sus principios bluseros a partir de una postura artística propia, un discurso poético que colocaba a José en un estatus de ídolo y una posición política a favor de causas sociale.

En 1994 sacaron el disco Countraley, con Producciones De Pelos.

Participaron como artistas invitados Beatriz Salinas, Isaac Alvarado y Pedro Valdez en los coros; Dennys Parker en la guitarra, el bajo y los arreglos de cuerdas; Gerry Rosado en el E bow; Jorge Luis Gaitán en el violín; Carlos Walraven en la percusión, y una sección de metales conformada por Carlos García y Jesús López en las trompetas; Enrique Sida en el trombón, y Jorge Cristians en el sax.

En 1995 fueron invitados por el alcalde de la ciudad de Chicago, Mike Orlove, para tocar en el Festival de las Ciudades Hermanas. Se presentaron con mucho éxitos en el Instituto Cultural de Chicago y en los bares Buddy Guy,s Legends y Rosa´s Lounge Bar , en una gira de ocho días, en el cual los acompañó su amigo y saxofonista Alain Derbez, encargado de hacer una crónica del viaje.

De si grabación se desprendieron dos discos, Azul y Al rojo, en los que se aprecia la verdadera calidad interpretativa de la banda, que no se proyecta en sus grabaciones de estudio, así como la dinámica que José generaba con su público. Este concierto también fungió como una despedida para José Iglesias, quien dejó el grupo para ser sustituido por Julio Zea, su alumno. Como dato curioso, Julio llegó a hacer una audición en Botellita de Jerez, tras la salida de Santiago Ojeda, optando por quedarse en Real de Catorce. Iglesias dejó una marca indeleble en el grupo, que muchos seguidores reconocen.

Tras un pasar de años de producción en Zona de Intolerancia, en 1988 lanzaron Cicatrices, con Discos Pueblo. Los invitados fueron Leonel López en la percusión, Carlos Torres en el violín, Gerry Rosado en el órgano y Paola Gutiérrez en los coros.

A partir del lanzamiento de Cicatrices se incorporó el violinista y tecladista Carlos Torres como músico de apoyo, y comenzaron a tener el manejo de nuevos representantes: Rodrigo Faría Bárcenas y Magdalena González Gámez. Pero vendría otro cambio importante. Al salir Juan Cristóbal Pérez Grobet de Real de Catorce en 1999, se incorporó el legendario bajista Jorge Velasco (ex MCC ,Betsy Pecanins, Sergio Arau y Jaime López).

Hasta ese momento, José Cruz había corrido con buena suerte, el grupo gozaba de prestigio en la escena nacional y era conocida en otras partes tras sus incursiones en otros países. Parecía que nada alteraría esto hasta que apareció una señal de los terribles tiempos que se avecinarían sobre Cruz y la banda.

En enero del año 2000 a José se le paralizó el lado izquierdo del cuerpo. Una mañana, cuando su hija le pidió dinero para ir a la escuela y al intentar levantarse de la cama, cayó sin poder levantarse. una vez pasó esta crisis, inmediatamente tomó la guitarra para constatar que no la podía tocar. Pensó que ají se terminaba su carrera. Al comienzo no sabían si había sufrido una embolia, cosa que descartó después. Trató de continuar con su vida. Ni él ni su familia entendían lo que sucedía. En esas circunstancias Real de Catorce entró a grabar Nueve, disco editado por Discos Pueblo.

José Cruz siguió inmerso en su trabajo en la música, aunque en ocasiones no pudo tocar la guitarra, ni cantar, así que recitaba poesía. El tema , del disco Voces interiores, so volvió emblemático para José y sus seguidores, ya que trasmitía lo que en esos momentos estaba viviendo.

Siguió el álbum Voy a morir, en 2002. En esta ocasión contaron con la colaboración de los músicos invitados Alberto Obregón en la trompeta y el Trío Muna Zul en los coros, así como la del DJ Pepster en la tornamesa y MC Luca rapeando en el tema

Carlos Torres dejó el grupo ese año. En 2003 también salió Jorge Velasco, entre Fernando Ábrego y José Cruz. Fue sustituido por Salvador Arcero.

José comenzó a tener mareos y le costaba trabajo hablar con fluidez; siguieron la fatiga y la continencia urinaria. Finalmente fue diagnosticado con esclerosis múltiple en el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán; una enfermedad degenerativa que no tiene cura, aunque es manejable con medicamentos. La reacción de sus compañeros de grupo y de sus representantes Rodrigo y Magdalena fue de incomprensión e incurrida.

La mala racha continuó. En agosto de 2004 el grupo recibió la terrible noticia del fallecimiento de su excompañero José Iglesias, como consecuencia de un para cardiaco. En ese año se integró al grupo el percusionista y saxofonista Bernardo Fernández Yah, quien, al salir Salvador Arce, se convirtió en el nuevo bajista de Real de Catorce durante 2005, hasta que fue trágicamente asesinado durante un asalto, en abril de ese año.

Por si fuera poco, la situación interna del grupo se fue agravando con un enfrentamiento entre sus representantes y Fernando Ábrego (compañero de José desde que comenzaron a tocar con Betsy), quien junto a los miembros de Real de Catorce reclamó a José Cruz su falta de compromiso con ellos, relativizando las manifestaciones de la esclerosis múltiple de su compañero y llegando a decir que su mal era consecuencia de su actitud las cosas. Alegaron que su acción desconocía el valor del trabajo colectivo, aun cuando parte de su discurso en los escenarios era elogiarlos; que trastocaba una sociedad establecida con ellos, misma que había sido su propuesta para impulsar el desarrollo y la difusión de Real de Catorce, argumentando, en su momento, que carecía de recursos para pagar honorarios. Por un lado, unos planteaban que José saboteada a Real de Catorce; por otro, éste denunciaba el desconocimiento y la incomprensión de sus compañeros ante lo que era la esclerosis múltiple. El 2 de noviembre de 2006, José sufrió, en plano concierto, un paro respiratorio como consecuencia de su enfermedad.

José Cruz continuó trabajando, no sin dificultades, ya que comenzó a utilizar una silla de ruedas, además de necesitar oxígeno y medicamentos. En 2009 sacó un disco como solista al que llamó Lección de vida, que contó con la colaboración de los hermanos Iván y Christian Villanueva, tecladista y baterista, respectivamente, que solían acompañarlo en esa difícil etapa. También colaboró su hija María José Camargo. Con esto, más el apoyo de familiares, amigos y seguidores, José pudo seguir pagando su tratamiento y abogados para enfrentar las demandas de sus excompañeros. Como resultado del apoyo a José Cruz en esos momentos de dificultad, Leobardo Jacob Lechuga realizó el documental José Cruz: a diez metros del infierno, que contó con testimonios de Jorge Reyes, Betsy Pecanins y Armando Vega-Gil, entre otros.

Después de una desgastante pugna con sus excompañeros para recuperar el nombre del grupo, José comenzó a presentarse con un nuevo Real de Catorce. En julio de 2011 rindieron un homenaje a su ex acompañante, el bajista Jorge Velasco por sus 35 años de carrera artística. Al comienzo lo estuvieron acompañando los hermanos Villanueva y otros músicos como Javier Matías, Gustavo Bejarano y su hija María José Camargo y su hija María José Camargo, de quien ha recibido el mayor apoyo, no sólo en su vida profesional, sino en la personal, en esos momentos en que no todos pueden lidiar con una enfermedad de este tipo.

Fernando Ábrego ha comentado en reiteradas ocasiones que Real de Catorce ya está muerto. Su posición al respecto fue la de dejar atrás esta lamentable etapa del grupo, en una situación de distanciamiento irreconocible con sus excompañeros. José por su cuente, conformó una nueva banda con músicos jóvenes. Ellos fueron Rodrigo Pratt en el bajo, Arturo Waldo y Miguel Korsa en las guitarras, Francisco Velasco en los teclados, Alan López en la batería y María José Camargo en la voz.

Con esta formación grabaron el disco doble Una razón para vivir, que se editó en 2012. El título es el mismo de la canción que José compuso junto Álex Otaola y que rinde homenaje a Rita Guerrero, quien tenía poco tiempo de haber fallecido. En esta producción también participaron Fernando Rivera Calderón (Monocordio), Álex Otaola (Santa Sabina y San Pasculito Rey), Erick Acosta, Eduardo Acosta, Eduardo Torres el Flamenquito y el famoso flautista Horacio Franco.

En 2012 Juan Pablo Proal presentó un libro en el que se narra la historia de José Cruz, mismo que tiene el nombre que Real de Catorce puso a su disco de 2002, Voy a morir, en el que se describen con detalle los problemas legales y de salud que ha enfrentado.

A partir de ese año comenzó a combinar su tratamiento médico con terapias alternativas, que se han reflejado en que ha podido hablar más fluidamente y ya no ha llevado un tanque de oxígeno a todas partes, como tenían que hacerlo antes. Sin embargo, al comienzo de 2016, tuvo que ser internado en el Hospital de Nutrición por una embolia pulmonar, de la que salió bien librado.

El 30 de julio a todos sorprendió la noticia del fallecimiento de Julio Zea en un accidente automovilístico, al regresar de una presentación con los hermanos Agustín y Ricardo Arteaga. Con respecto a esto, José comentó

En 2012, contando con 60 años y tras las pruebas que su salud le ha hecho atrever y que ha podido vencer, José lanzó, con el nuevo Real de Catorce, su más recientes disco, al cual llamó Nación Blues, mismo que presentó el 10 de septiembre en la Carpa Astros, al sur de la Ciudad de México. Esta producción cuenta con la distribución de Fonarte Latino. Los músicos invitados fueron Erick Cárdenas en el charango y Ulises Manuel Gómez Pinzón en el violín. El diseño de la portada hace referencia al arte huichol y estuvo a cargo de Hugo Mendoza.  

 

Fuente: “60 años de rock mexicano” – González, Rafael

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