Caifanes

  • Rafa Martínez

Alfonso Hernández Estrada, un chico con mucha inquietud por la vanguardia que viene de Europa, en lo visual, lo musical y sobre todo en esa visión del mundo que ponen a los años 80 como un crisol de arte que perdurara por mucho tiempo, participa en una banda que en verdad se toma en serio “Las insólitas imágenes de Aurora” en donde compartía créditos con Alfonso André en la batería y Alejandro Marcovich en la guitarra, con un concepto de varias fusiones que representaban la música global en aquellos años 80.

Algo de lo que buscaba Alfonso (mejor conocido como Saúl Hernández)  era la conjunción de la vanguardia mundial con un sonido más mexicanizado, consciente de lo que pasaba alrededor, con el cimiento del rock mexicano como Three Souls in my mind o Kenny y los eléctricos, pero que ya comenzaba a transformar canciones hechas en español por músicos mexicanos, eso le daba a Saúl mucha visión de lo que quería lograr con su música.

Es por ello que en 1986, aun siendo parte de “Las insólitas imágenes de aurora” que junto a Armando Martín “El pecas” comienza a grabar unas maquetas  en donde los temas “Cuéntame tu vida” y “Mátenme porque me muero”  ya toman vida desde mediados de este año.

Algo que era muy frecuente en estos años para Saúl era platicar con sus más cercanos en la banda ideal, hacer una especie de la banda de ensueño con músicos mexicanos que estuvieran en búsqueda de esta trascendencia musical, esta lista de ensueño la tomaba muy en serio, pues él quería formar una banda de importancia, una banda que representara el sincretismo artesanal de un México que estaba ya al filo de un nuevo siglo, una banda que se llamaría Caifanes.

El nombre lo toma como referencia de la película con el mismo nombre, Caifanes, en donde los protagonistas son jóvenes rebeldes que son incomprendidos por una sociedad que esta estacionada en un conformismo y en ideologías que deben ser modernizadas, de alguna forma este nombre era perfecto porque denostaba rebeldía pero además le daba un alto contenido de identidad mexicana.

El pecas comienza a secundar esta idea y la habla a Saúl de un tecladista que también toca el saxofón quien tocaba jazz fusión latino en bandas como Palmera, Isla y Son de Merengue, asi es como aparece Diego Herrera, en una tocada en el Bar 9 a donde obviamente El pecas lleva a Saúl para poder platicar con él y conocerlo, cosa que fue un éxito pues todos coincidían en ideas, sobre todo visión de esta vanguardia y la música que debería ser parte de esta construcción de una siguiente generación de rock mexicano.

Casualmente "Las insólitas imágenes de Aurora”, quienes habían hecho ya nombre en el subterráneo de aquel tiempo, se diluye a finales de 1986, cosa que Saúl aprovecha para comenzar a gestar junto con Diego Herrera la idea de Caifanes, en donde amarran una primer grabación con el ingeniero Juan Manuel Aceves quien trabaja en el estudio de los Babys y les propone trabajar en los tiempos muertos del estudio.

Con la misma idea de “la lista” Saúl y Diego comienzan a darse a la tarea de reclutar músicos ya con el propósito de grabar un material, por lo que acuden a Salvador Romo, quien es bajista de Guillermo Briseño en ese momento, pero que ya había participado en otros proyectos como Taxi, en el legendario Rockotitlán es en donde se da la cita entre Sabo, Diego y Saúl, al ver el entusiasmo de la búsqueda musical el bajista es contagiado y por supuesto accede a la grabación de la maqueta.

Para la batería uno de los que estaba en la mira de Saúl era Juan Carlos Novelo, quien tocaba con la banda Kerigma, quienes eran también asiduos de Rockotitlán,  el sonido que podía aportar Novelo le llamaba mucho la atención a Saúl y por ello lo recluta para la grabación, por ser buenos conocidos y por ya no tener banda Juan Carlos dice que si al proyecto.

Diego Herrera es primo deSantiago Ojeda, quien es hijo del músico “Negro” Ojeda, un chico que toca bastante bien la guitarra y trae una gran escuela musical, además de que también en ese momento Santiago era parte de una banda que comenzaba a sonar en el underground “Las aves de rapiña” en donde fuera bajista “El chivo” Lubezki, quien ahora es fotógrafo de cine ganador del Oscar.

En la mente de Saúl la banda ideal estaba ya formada, Caifanes había hecho una gran adquisición y es así como graban lo que ellos pensaban que sería su primer material, pero las condiciones económicas de Diego y Saúl no eran optimas y solo pudieron grabar una maqueta “más presentable” de cuatro temas “Mátenme porque me muero”, una canción que estaba inspirada en una película de Tin Tan pero con un rock oscuro que no se había escuchado aun en México,  “será por eso”, una canción que podría caer hasta en lo deprimente, pero con un grito solido en la letra y la música ambientada de una forma excelsa, “Amanece”  y “Nada”.

A la entrega del master el Oso Pavón quien era el manager de este proyecto, propone la canción de “Mátenme porque me muero” para entregar un par de copias a Radio Mil para la programación de la misma, una etapa en donde poco a poco las estaciones de radio comenzaban a voltear al rock en español de bandas españolas o argentinas, por ello el material caía como anillo al dedo para sonar en Espacio 59, un programa juvenil con gran impacto en la radio de la Ciudad de México.

La canción causo revuelo y un ciento de llamadas a la estación para saber más información de esta banda, quienes no habían ni siquiera tenido su primer concierto, es más ni siquiera habían ensayado, más que lo que montaron en el estudio para la maqueta, es cuando Sabo Romo con alevosía les consigue dos fechas en Rockotitlán, una el 11 de Abril y la otra el 17, debían de aprovechar este espacio para presentar al mundo a Caifanes.

Para nada les causo algún tipo de nervio aquella tocada en Rockotitlán, al contrario, era el momento de un gran lanzamiento, el primer problema Juan Carlos Novelo el baterista, no podría presentarse y es por ello que el “Gato” Arce, baterista de Ritmo Peligroso, se avienta el palomazo de lo que sería el inicio de una de las bandas con mayor arraigo en México.

Juan Carlos Novelo es el primero en abandonar el proyecto, Saúl Hernández acude a su ex compañero Alfonso André, quien empalma en la banda de una manera natural, la banda comienza a trabajar en la parte estética de la propuesta, pues comienzan a abrirse más espacios para presentarse, con una tendencia en esta escena gótica de Inglaterra o más latinoamericana como Soda Stereo, Caifanes comienza a tomar una actitud de mucha imagen, a lo que de pronto Santiago Ojeda no se adaptó del todo, pues siempre ha sido un músico natural, con una sensación de tranquilidad que no empataba con esta conformación de banda, quien también al poco tiempo se integra a la Botellita de Jerez para sustituir a Sergio Arau,  por lo que también al poco tiempo dejo el proyecto, sin que se buscara a otro guitarrista, pues Saúl tomo esa posición de ser el vocalista y el guitarrista de la banda.

Este mismo año había comenzado una campaña discográfica titulada “Rock en tu idioma”, con el que se daba entrada a bandas argentinas y españolas a la radio y posteriormente a conciertos en la ciudad de México, el 31 de Octubre Caifanes recibe la invitación para tocar en el concierto de Miguel Mateos y Zaz en el Hotel de México, además de la banda Neón, una banda mexicana que también se abría brecha en esta naciente escena.

La sorpresa de organizadores, medios de comunicación, inclusive para algunos músicos, fue la respuesta que tuvo el público durante la presentación de Caifanes, las cinco mil almas reunidas en aquel terreno ( al que llamaban Hotel de México, hoy el WTC )se volcaron en un ferviente acto de comunión con la banda, “Mátenme porque me muero” fue coreada por todos los que estaban en el lugar y ni siquiera estaba grabada en un disco, ahí había algo muy importante, el mismo Mateos y toda la gente que lo acompañaba se sorprendió de aquel recibimiento.

El siguiente paso era grabar un disco, una labor que se convirtió en un andar sin resultados, uno de los ejecutivos de la disquera CBS acuño la ahora frase célebre de “Muchachos ya se dieron cuenta de que aquí vendemos discos…no ataúdes”, cuestión que evidentemente enfado a la banda quienes seguían teniendo fechas en los lugares del momento como el Tuti frutti, la rockola o el Satélite Rocks, quienes les daban condiciones para seguirse presentando en vivo ganando una bastión de seguidores bastante considerable.

Aquel 31 de Octubre, estaba presente Oscar López, quien vio en la banda algo con mucha madera por lo que los invita a firmar en BMG Ariola ese mismo año para comenzar a trabajar en 1988,  en donde bajo la producción de “Cachorro” López comienzan a trabajar en la producción del primer material de la banda y es en Junio de 1988 cuando lanzan “Mátenme porque me muero”, un single con dos versiones y también con la canción “La bestia humana” en donde Gustavo Cerati guitarrista y cantante de la banda argentina Soda Stereo participa junto con Caifanes, este sencillo se convierte en una locura, la canción es programada en las estaciones de radio juvenil, que por lo general solo programan música de bandas en ingles que en aquel tiempo sonaban como Wham, Opus, Quiet Riot, pero cuando sonaban los Caifanes, había quien hasta aplaudía al terminar la canción, pues era un logro que una banda de rock mexicano pudiera sonar en la radio y no solo eso, las discotecas, comenzaron a programar la rola lo que le dio un gran peso a Caifanes antes de que se lanzara el material completo.

El lanzamiento del disco homónimo o el disco negro como se le conoce, fue en Agosto de 1988 en el Salón Margo, en donde se presentaron ante la prensa y ante un creciente grupo de seguidores, en esta presentación también participan las bandas Neón y Alquimia, para todos los presentes fue un gran impacto ver a esta banda que sería punta de lanza para una nueva escena que se venía construyendo desde hacía unos 20 años.

En los conciertos que daban en vivo, los Caifanes tenían una especie de “gag”, comenzaban el show con una cumbia de Guillermo Rodriguez Fiffe, “La negra Tomasa”, interpretada muy al estilo de los Caifanes, era una especie de broma, pero que el “Cachorro” López, su productor, pensó que sería bueno incluirla en el disco completo, por lo que regresan al estudio a grabarla en dos versiones, el disco ve la luz en Diciembre de 1988 y aprovechan para grabar también “Perdí mi ojo de venado” con lo que se da fin a este mítico disco que además es ilustrado por el genial Mario Lafontaine, quien propone una especie de diario con letras de mano alzada con una iconografía única para el disco que le da al arte ese toque oscuro pero muy mexicano a este disco que logra vender para principios de 1989 más de un millón de copias, además de ser de las primeras bandas de rock mexicano en aparecer en programas de televisión como “Siempre en Domingo”, en donde solo aparecían luminarias de la escena pop.

Es así como la banda decide contratar al manager Jorge Mondragón, quien ya tiene experiencia en el manejo de bandas y comienzan una extensa gira para mover el disco en donde logran ser el telonero de uno de los primeros conciertos internacionales que se logran en México, Rod Stewart se presenta en el estadio de Guadalajara el 12 de Abril de 1989, en donde el público se le entrego por completo, en el escenario era una banda con mucha seguridad, Saúl Hernández conectaba siempre perfecto con el público, decía las palabras adecuadas para echárselos a la bolsa, además de una actitud contestaría desde el vestuario, el maquillaje, eran músicos que cuidaban a detalle cada cuestión de la banda.

Era tan fuerte el impacto que causaba Caifanes que en ese mismo año 1989 sucedía algo sin precedentes, el Auditorio Nacional abría las puertas al rock mexicano el 1 y 2 de Julio, en donde las bandas Maldita vecindad y los hijos del quinto patio y Fobia se unían a un concierto memorable que daba ya acción a decir que comenzaba una nueva etapa para el movimiento de rock mexicano, en donde los medios, los foros, los encargados de producción y toda la gente involucrada comenzaron a ver una esperanza de consolidación de una escena que ya existía pero estaba confinada a la periferia.

Fue a mediados de año cuando Caifanes se presenta en un bar de la colonia del Valle y coinciden con Alejandro Marcovich, viejo conocido de Alfonso André y Saúl Hernández, pues con el habían fundado “Las insólitas imágenes de Aurora”, Marcovich había continuado como músico de Laureano Brizuela “El ángel del rock”, un argentino que tenía mucho éxito en México con música de balada con tintes de rock, a lo que en la conversación de aquel día, puntualizaba Marcovich que ya estaba aburrido de estar ahí y que estaba buscando hacer otras cosas, Saúl en este afán de “la lista” de la mejor banda sugirió la entrada de Alejandro a la banda, asunto complicado pues Sabo nunca empato con la personalidad de Marcovich,  pero al final accedió, pues el sonido que le daba una nueva guitarra era benéfico para la música de Caifanes, desde el primer día que toco Alejandro en Cuernavaca todos coincidieron en que le daba más potencia a las canciones.

Las canciones para un nuevo disco estaban ya escritas y aceptadas, Marcovich se incluye en arreglos que le dan un toque más místico y le quita un poco de esta oscuridad que presenta el primer disco, así en los estudios Electric Lady de Nueva York a finales del 89 Caifanes junto con Alejandro Marcovich y Cachorro López y Daniel Freiberg cocinan Volumen II, que realmente se conoce como “El diablito”, en donde también colabora el productor argentina Gustavo Santaolalla, una vez que la música ya estaba lista para la masterizacion, se aprovechó una sesión de fotos en donde salían únicamente Saúl, Alfonso, Sabo y Diego a lo que Saúl reclamo, pues Alejandro ya era parte de la banda y debía estar en las fotos, no solo como un invitado, por consiguiente la portada del disco tuvo que ser fotografiada con el quinteto por Carlos Somonte.

Es hasta junio que se da a conocer el disco en el Teatro Blanquita, por supuesto con éxito total, mediáticamente el disco es presentado en programas de televisión abierta, lo que jamás había pasado con otra banda de rock mexicano, llegando a millones de hogares seduciendo a los más jóvenes, con el primer sencillo “La célula que explota”, el cual tenía un videoclip en donde la banda sigue con esa idea dark pero con un tinte muy mexicanizado, la integración en el video de nopaleras, con botas charras, paliacates, delineado en los ojos, un sincretismo completo. Este video se graba en la Ex hacienda San Antonio Xala en Ciudad Sahagún bajo la dirección de Juan Carlos Colín, este primer sencillo hizo que el disco recibiera 4 discos de platino por altas ventas, otra cosa que no sucedía muy a menudo con el rock mexicano.

Arnulfo Islas toma la rienda del manejo de la banda y 1990 se convierte en un año con mucho trabajo para la banda, este año fue importante por su primer gira a los Estados Unidos junto con Maldita Vecindad y los hijos del quinto patio, en donde sencillamente fueron un trancazo, el segundo disco fue considerado como uno de los mejores en la historia de la música mexicana.

Después de una intensa carga de trabajo y con dos discos que habían abierto una escena del rock mexicano de los 90, Caifanes se presenta por primera vez en el palacio de los Deportes junto con la banda argentina Soda Stereo causando un lleno total.

A finales de 1991 la banda cambia de manager y es María Eugenia Rivera “Marusa Reyes” quien toma el timón de esta banda que es punta de lanza de un movimiento que está abriendo mucho camino y que está presentando una propuesta que da para muchas más influencias, la banda estaba generando muchas posibilidades para la escena. Este año son invitados a España al Encuentro Iberoamericano de Huelva.

Después de este año tan productivo en cuanto a conciertos, la banda no dejo de producir ideas para un tercer disco, en donde se trabajó de diferente manera en donde la aportación era mayor entre los cinco músicos, se pensó en Phil Manzanera, Gustavo Santaolalla o Todd Rundgren para el siguiente disco, pero fue Adrian Belew quien fuera guitarrista de King Crimson, una banda que era influencia de los cinco, la grabación comenzó en Lake Geneva en Wisconsin en donde se trabajó de una manera dedicada que hizo que el sonido de “El silencio” fuera único. El disco ve la luz en Mayo de 1992, presentado “Nubes” como su primer sencillo, el cual también estaba acompañado de un video que se convirtió en el video del año según MTV.

El nombre del disco se da porque el momento de la banda era complicada y distante, había muchos roces creativos y había conflictos internos, los cinco eran muy intensos, Sabo de pronto violentaba con Saúl y con Marcovich y por ello el 30 de Abril después del concierto del Palacio de los Deportes, en donde los 3 discos de Caifanes fueron coreados por más de 90 mil almas, concierto que abrió Santa Sabina y que fue agridulce para la banda pues comenzaban los problemas de rumbo y de convivencia después de 6 años. Stuart Hamm bajista de Joe Satriani y de Steve Vai, acompaño a la banda durante la gira 93 por los Estados Unidos, una gira en donde las canciones del disco eran cada vez más aceptadas y el sonido de Caifanes ya era un sello muy particular.

Después de otros conciertos durante ese año Diego Herrera se convierte en director artístico de BMG Ariola, por lo que opta por renunciar a Caifanes, volviendo al trio que componía a la banda ochentera “Las insólitas imágenes de Aurora”, cosa que dividió opiniones pues para Saúl no eran la misma cosa, eran dos proyectos con dos contextos diferentes y para Marcovich era regresar a esa banda en donde estaban solo los 3.

Bajo esta idea Alfonso y Saúl se vuelven socios en un bar en Cuernavaca que se llamó “El ritual del perro”.

A finales de 1993 ya estaban algunas maquetas de canciones de lo que pudiera ser el cuarto disco, con el productor Greg Ladanyi, en donde hubo aportaciones musicales de Stuart Hamm, Graham Nash y Cecilia Toussaint, de músicos de base se integraron Federico Fong en el bajo y Yann Zaragoza en el teclado.

Este disco fue demasiado violento, las peleas entre Alejandro y Saúl se hicieron algo común, inclusive hasta llegar a los golpes, pues ambos argumentan en diversas entrevistas que si llegaron a los bofetazos mutuos, muchas veces platicaban de hacer un receso, pero había que aprovechar la calentura de lo que pasaba con Caifanes.

Fue en Marzo de 1994 cuando se presenta al mundo “El nervio del Volcán”, en medio de un contexto de resurgimiento del rock mexicano, gracias a la presencia del Ejercito zapatista de liberación  nacional lo que hacía que hubiera mayor apertura a las bandas de rock en los medios.

Se graba el vídeo “Afuera” el cual está dirigido por el hermano de Alejandro, el cineasta Carlos Marcovich, el cual presenta a este trio de una manera muy sólida, los Caifanes ya eran un grupo conceptual, muy mexicano y con una fuerza de imagen brutal, la presentación de “El nervio del Volcán” fue en el recién inaugurado Teatro Metropolitan, el cual fue insuficiente para todo el público que se dio cita en el recinto, por lo que unos meses más tarde se vuelve a hacer una presentación en el Auditorio Nacional.

Ese mismo año son invitados a la WOMAD en los Estados Unidos y deciden contratar al guitarrista José Manuel Aguilera para apoyar las complejas figuras de Marcovich y hacer que los en vivo sonaran con la calidad de la grabación del disco, esta inclusión hizo mucho más tensa la relación entre Saúl y Marcovich, pues este último trato bastante mal al músico invitado al grado de bajarle de volumen al amplificador de su guitarra en pleno concierto, lo que hizo que al regresar a México, se le diera las gracias a Aguilera por los episodios vividos en aquella gira.

Pero todas estas tensiones debían ser aguantadas porque para la banda había una agenda muy extensa, varios premios, varias presentaciones internacionales inclusive son el primer “Unplugged” eléctrico de MTV de una banda de rock en español, los problemas entre Saúl y Marcovich eran ya evidentes, en una de las entrevistas con la cadena de videos se les ve visiblemente desgastados, por lo que ya se veía una posible ruptura entre ellos.

En 1995 los Caifanes tienen una gran oportunidad, serán los teloneros en el Autódromo Hermanos Rodríguez de la primer presentación en nuestro país de los Rolling Stones, con un claro reconocimiento del público por la trayectoria de esta banda mexicana que ya era internacional.

Después de esta presentación una de las claves de la tensión entre los Caifanes, fue el concierto gratuito que se ofreció en la Delegación Venustiano Carranza, por la radiodifusora 97.7, que acabo en un zafarrancho gracias a la desorganización del evento, evidentemente los Caifanes era una banda que convocaba a miles en sus conciertos pagados, era imposible que no se juntaran tantas personas en un concierto gratuito convocado por una estación de radio, se estima que asistieron más de cien mil personas, por lo que el regente en turno Oscar Espinoza decreto la prohibición de eventos públicos gratuitos masivos en la Ciudad de México.

Por si fuera poco muchos medios culpaban a los Caifanes de todos estos disturbios, por lo que los problemas internos crecieron, en estas mismas épocas, Saúl Hernández fue intervenido quirúrgicamente de un virus en la garganta que lo inhabilito unos meses, que aparentemente enfriarían un poco la situación entre él y Marcovich a lo que fue todo lo contrario, pues los seguidores ya corrían rumores acerca de los problemas que había entre Saúl y Alejandro y uno de los momentos con mayor tensión, fue en Guanajuato, durante un concierto en el que desde el público le avientan un rocazo a Marcovich, provocando la cancelación del concierto, Saúl busco a Alejandro para preguntar si estaba bien, a lo que le respondió que él era el culpable de esta situación, pues el proyectaba esta tensión en la banda y que el público lo sabía, pues no eran tontos y se ocasiono un gran conflicto, a lo que Saúl respondió con coraje con un puñetazo en una ventana que rompió y que daño su mano.

Unos días más tarde Saúl pidió a Alejandro que dejara al grupo, que ya era demasiado, a lo que Marcovich contesto que no se iría sin sus acciones como dueño de Caifanes, además de todas las regalías de interpretación y una serie de pedidos que hacia el músico con respecto a la cuestión monetaria, aún quedaban algunas fechas ya agendadas que se cumplirían pero en los medios ya se había filtrado esta tendencia de la ruptura entre Marcovich y Saúl.

El 18 de Agosto de 1995 dieron el último concierto en San Luis Potosí, en donde CUCA abrió el concurrido concierto, pues los medios ya sabían que sería el último que darían con esta alineación y por supuesto se había generado toda una situación mediática al respecto, Carlos Marcovich, hermano del guitarrista entro al escenario y abrazando a Saúl intento que hubiera por lo menos contacto físico entre los dos músicos, a lo que Hernández contesto presentando la canción “Aviéntame”,  que era una rola dedicada a como nos gusta hacernos mierda los unos a los otros y así termino el concierto, con un solo de guitarra de Marcovich interpretando “sabor a mi” y con Carlos Marcovich al micrófono diciendo, “Se acabó, Caifanes se acabó”.

Después de este episodio se tuvo que cancelar la primera participación que tendría Caifanes en Inglaterra, en el festival Reading.

Saúl y Alfonso ceden el nombre a la discográfica BMG y se dan de baja de Caifanes, con lo que comenzó una lucha legal por el nombre, entre Marcovich y todo el ensamble de la trasnacional, generando entre los fans una gran desilusión de esta separación de la banda más seguida del país.

Los desencuentros entre Marcovich y Saúl fueron escandalosos, desde peleas en camerinos, violencia, declaraciones de uno a otro, publicaciones y una serie de problemas que en general cansaron a Saúl, quien decide mudarse de la Ciudad de México y vivir en Playa del Carmen, en donde comienza la creación de Jaguares, la continuación de su banda Caifanes.

En el 2010 Saúl Hernández escribe un correo electrónico a Alejandro Marcovich, deseándole la mejor de las vibras en una operación que tendría de cerebro, un alto riesgo de muerte en esta cirugía, por lo que era necesario enviar un mensaje de paz al guitarrista, este mensaje fue respondido por Alejandro quien le agradecía el interés, al poco tiempo, Sabo Romo se desmaya en un concierto y tiene que ser intervenido por problemas coronarios, lo que sensibilizo mucho a Saúl Hernández, quien comenzó a labrar la idea de un reencuentro, lo que se veía imposible, juntar a quienes habían sido los Caifanes, los músicos de la lista.

Se firmaron dos contratos uno para una presentación en él Vive Latino 2011 y otro para el Festival Coachella en los Estados Unidos, es la primera vez en la historia del Festival Vive Latino en que se suscita un portazo para ver el regreso de los Caifanes, se dice que hubo más de 95 mil asistentes, aunque esto puede ser incalculable por los miles de colados que se dieron cita para el acontecimiento.

Fueron más de 100 fechas las que se dieron con la alineación original, es en el 2014 cuando se notifica a Marcovich que esta fuera de nuevo de la banda, convirtiendo a Caifanes, ahora si ya con la propiedad de la marca en manos de todos los músicos, en un cuarteto quienes siguen dando conciertos y siendo una banda activa del rock nacional.

El 8 de Marzo de 2019 Caifanes lanza “Heridos” una canción inédita después de más de 15 años sin hacer nueva música.

el 10 de Febrero del 2022 la banda lanza en las redes sociales otra canción inédita a la que titulan "Solo éres tu", que causa una reacción positiva entre la comunidad de seguidores de la banda, un tema que se asemeja a la banda de la mitad de los años noventa, con mucho poder y con una letra contundente.