Sam Sam

  • Rafa Martínez

Serafín Espinal después de haber incursionado a la música desde los años 70, siempre tuvo la inquietud de armar una banda de rock. El joven era parte del equipo técnico de una banda tropical en donde fungió como asistente hasta músico emergente, tenía las ganas de formar una banda de rock, pero después de mucho tiempo no lo lograba por sacar adelante a su familia. 

Fue en 1991 cuando Raúl Moreno y Armando Hernández, quienes también Vivian en Naucalpan, invitan a Serafín Espinal a formar una banda y tocar covers, en donde junto con otro personaje del barrio al que apodaban “el foco” enseña a Serafín a ser mejor en la guitarra y es cuando comienzan a tocar canciones propias de las que comienzan a sobresalir canciones como “De niña a mujer” o “Lorenzo Quintana”, personajes que estaban inspirados en vecinos de la banda a los que Serafín armaba historias y las convertía en canciones. 

Fue en una posada en el barrio en un lugar de la zona a la que le decían “El gallinero” en donde es el debut de este trío aún sin nombre, en donde habían asistido personajes del rock como David Arreola conocido como “El Vicentito”, Octavio Aguilera quien era el dueño de Discos y cintas Denver y músicos de otras bandas que ya comenzaban a sobre salir en la escena. 

La banda hizo una combinación de covers y toco un par de canciones suyas a lo que David Arreola entusiasma y comienza a frecuentar a la banda y es a principios de 1992, cuando les consigue una tocada que será estelar para presentar a la banda en “El Cabañas”. 

Aun sin nombre antes de subir al escenario, “Vicentito”, les pregunta como los presenta a lo que Serafín hace un asunto mental con anteriores bandas y su nombre (Samuel) a lo que resume como SAM SAM. 

Esta tocada fue demasiado intensa, pues Serafín estaba tan nervioso que estuvo a punto de no subirse a tocar, pues las canciones que interpretarían eran de su autoría, a lo que la respuesta de la banda fue inmediata, en un cumulo de aplausos la naciente banda de rock comenzaría ganando adeptos. 

Después de haber estado en aquella posada en Diciembre, “Vicentito” lleva al grupo a presentarse con Octavio Aguilera, a quien le interpretan “Silvia”, con lo que convencen para grabar su primer álbum “El Reo / Desperté mojado”  y comenzar una carrera en la industria discográfica. 

Las presentaciones eran una complicación, pues ya con el disco en las calles y la nula experiencia de la banda por capitalizar a la banda, en casa las cosas se ponían difíciles por las cuestiones económicas, aunque presentaciones grandes comenzaban a llegar sin ningún pago, pero con mucho público que comenzaba a conectar con las canciones de la banda. 

Las canciones que tocaban eran de una melodía simple con liricas narrativas sobre la vida en el barrio, lo que hacía que conectaran casi inmediatamente con el público que solo quería escuchar la pertenencia de canciones como “No le peguen a ese niño”  o “ De niña a mujer” que es una canción que está inspirada en la hija de Serafín. 

Desde el principio para la banda quedo muy claro que el respeto al escenario sería una de las aportaciones de la banda, por lo que el discurso con el público era contundente pero con respeto, se hablaba de la policía, de la migración, de los abusos en el barrio, de la pesada vida en la cárcel, etc., temas con los que Sam Sam daba un toque completamente de urbanidad sus temas. 

El trío comenzó a tener mucho trabajo, se enseñaron a cobrar y poco a poco sacaban presentaciones que representaban algún pago, la banda comenzó a alternar con bandas que estaban en la meca a mediados de los 90 cuando el auge por el rock mexicano tenía cierta cabida en los medios y algunas bandas despegaban y hacían que los que venían abajo tuvieran de alguna forma presencia, lo que aprovecharon para expandir su música y hacer populares sus canciones. 

Los primeros 7 años de la banda fueron sufridos, pero la industria discográfica estaba aún en un momento bueno, por lo que era rentable hacer canciones y hacer discos y fue precisamente después de sus primeros 6 discos, que son los que contienen una gran mayoría de los éxitos de la banda, cuando primero Armando Hernández, decide dejar a la banda, dando paso a Ricardo Rodríguez, un joven baterista pero bastante amarrado, entra para darle un nuevo brío a la música de Sam Sam, con lo que comienza a mejorar la base rítmica de la banda que provoca que el público se vaya a verlos en vivo, cuestión que provoca que la banda tenga muchas más fechas pagadas. 

Es en 1999 cuando en una tocada en Teoloyucan, bajo una fuerte lluvia, sin condiciones para hacer una tocada de rock y con los instrumentos y aparatos a la intemperie, Sam Sam como siempre complaciendo al público que los visita, comienza a tocar peticiones y es en “Anda borracho pancho” que una descarga eléctrica deja a Serafín en el piso, con una grave lesión general, que lo manda al hospital grave en una ambulancia en donde entra en coma, parecía que el final sería trágico, pues no había buenas señales para que fuera lo contrario. 

Poco a poco ya en el hospital,  Serafín recobra la vida y comienza a salir adelante, el grupo tuvo una pausa larga mientras el vocalista se recuperaba, es entonces cuando Raúl Moreno decide dejar a la banda por muchas diferencias que se fueron acarreando entre Serafín y el, entre los que destacaban el rumbo que debía seguir Sam Sam después de este episodio. 

La banda en este proceso comienza a salir a tocar y comienza a tener invitaciones a los Estados Unidos, en donde Moisés Espinal, hijo de Serafín, comienza a hacer coros, ya que según su padre, sentía  mucha más confianza al tenerlo como soporte de las canciones, además de que nunca se las aprendía, Moisés daba un brío juvenil a la presentación. 

Es entonces cuando la música de Sam Sam llega a Centroamérica, con el discurso de una banda que respeta el español y que replica hasta latitudes como Ecuador o Perú. 

Comenzados los 2000 es cuando la banda tiene la oportunidad de viajar a Ecuador, sorprendiéndose de la afinidad del público y el fervor hacia Serafín Espinal como un icono del rock en español.

Una de las peculiaridades de la banda eran los personajes caricaturizados por el mismo Serafín, que eran los que poco a poco adornaban los discos y que tenían explicaciones que se iban entrelazando para comprender un poco más las historias de las canciones que hacia el músico de Naucalpan. 

Algunos cambios de músicos y con búsqueda a nuevos sonidos hacen que Sam Sam poco a poco vaya convirtiéndose en uno de los grupos necesarios de la banda, quienes ya consideran a Serafín un ídolo del rock, pues siempre los atiende y los respeta. 

Sam sam ha tocado en los grandes festivales de rock urbano, junto a bandas de muchos años, en explanadas, centros de convenciones, jardines, su carrera discográfica va en ascenso y comienza a entrar una nueva etapa para la banda cuando Internet entra en acción, pues es aquí en donde la proliferación de sus canciones se da casi de mano en mano, se producen varios discos de grandes éxitos, hay un DVD grabado en vivo y por supuesto la piratería ya los considera como una banda vendedora de discos. 

Después de mucho buscar músicos y de lidiar con cuestiones creativas y no entender que Sam Sam es el corazón de Serafín Espinal, los personajes y su forma de escribir, llega a la alineación del grupo Antonio Campos, conocido como “Tony Montana”, quien le da un toque diferente a la base de Sam Sam y que de algún modo “moderniza” junto con Ricardo Rodríguez en la batería ese sonido que ya es un clásico para el baile del rock. 

Así comienzan a sumarse varios guitarristas a los nuevos discos que siguen grabando y que además siguen siendo supervisados por su compositor, pues la idea central siempre estaba en su cabeza. 

Es así como la llegada del joven guitarrista Dany Ventura, da un giro a la creatividad de Serafín y comienza a converger mucho con el, en un nivel musical interesante. 

En esos años Serafín comenzaba a tener varios síntomas que presentaban problemas con su salud, al principio cardiaco y después tras varios estudios se entendió que una de las secuelas de la electrocución le estaba causando el mal del Parkinson.

Una noticia que poco a poco se convirtió en algo sabido, es cuando Ricardo Rodríguez, después de más de 10 años con Serafín, decide cerrar el ciclo, una decisión muy dura para ambos, pues ya era una simbiosis que se había creado entre los dos. 

Con la enfermedad, la creación y la nueva alineación, las cosas se comenzaban a complicar, pues de pronto los tiempos no daban para entrar al estudio o cumplir con los contratos o peor aún, para asistir a los tratamientos de la enfermedad que eran bastante caros. 

La reacción del público era de mayor devoción a la banda y a su imagen central Serafín, quienes abarrotaban los lugares en donde se presentaba esporádicamente la banda y hacían enormes filas para pedir un autógrafo o tomarse una foto,  la devoción era de la construcción de una leyenda, sin duda vivirlo era algo único. 

De pronto algunas tocadas ya no las atendía Serafín y se presentaba a cantar Moisés, quien le daba el estilo a su padre y la banda por respeto acompañaba con gran cariño, sin cuestionar, únicamente a sabiendas que era Sam Sam, poco a poco esta escena se repetía cada vez más. 

Fue en 2012 cuando el 15 de Septiembre se le rinde un homenaje en vida en el Centro de Convenciones de Tlalnepantla, en donde más de 15 mil almas, aplaudieron a Serafín, quien ya se notaba enfermo y con muchos problemas motores. 

Después de esto, hubo muchos homenajes en vida en los que Serafín agradecía a su amplio público y dejaba la rienda del legado de Sam Sam a sus actuales músicos, quienes siempre sintieron esa responsabilidad de ser dignos acompañantes de esas narrativas de aquel joven de Naucalpan queriendo contar cosas que lo hicieran sentir libre en el rocknroll.

Su última presentación en público fue el 1 de Mayo en el Festival Jefes de jefes del rock mexicano en el rodeo de Santa Fe, en donde ya no pudo cantar, pero se puso de pie y con sus manos agradeció a la banda por todos estos años. 

En estos últimos días Serafín se dedicó a trabajar con su banda, asesorando y componiendo un nuevo disco, que aún no tenía fecha de grabación, pero que ya estaba pactado con una nueva compañía discográfica, Titanio Records, en donde el legendario rockero Juan Hernández, presento al sello como una posibilidad de estelares a los directivos de la marca, logrando amarrar la grabación de este álbum. 

Fue la mañana del 1 de Enero del 2017 cuando Serafín Espinal deja de existir, impresionante la movilización de la gente para abarrotarse en su casa en Naucalpan, en los velorios y el entierro, una devoción impresionante la que notaba en cada momento de su entierro. Había lágrimas de gente que solo lo conoció como músico, sin cercanía alguna, pero que le rindió tributo al creador de grandes personajes de las historias en los discos de Sam Sam. 

El disco seguía en creación, 2017 ya era el año en que se lanzaría este disco, el disco 10 de la autoría de Serafín Espinal, una continuación de la narrativa de los personajes que nacían en la cabeza del músico que ahora ya era una leyenda. 

Fue en Mayo de 2017 cuando se anuncia el lanzamiento de El Brujo, con una nueva compañía y con gran expectación pues sería un disco necesariamente emblemático pues era el último trabajo del fundador de Sam Sam. 

Es el 20 de Mayo de 2017 cuando la banda Sam Sam de nuevo sufre una perdida dolorosa después de amanecer con la noticia de que Daniel Ventura su joven guitarrista fallece en el hospital después de perder la batalla contra la Artritis reumatoide y que vuelve a poner en jaque a la banda. 

Increíblemente con la presentación del disco “el brujo” se adquieren compromisos para presentar el álbum los cuales muchos pensaron que se aplazarían después de la perdida de Dany, a lo que la banda envió el comunicado aclarando que los compromisos se llevarían a cabo, dejando cuenta del profesionalismo que tanto Serafín Espinal como Dany Ventura dejaron claro. 

Sam Sam decide seguir activo llevando nuevas canciones y llevando el legado del rock que siempre estuvo presente desde la conformación de la banda.